Expertos del programa Ciudades más seguras del ONU-Hábitat imparten conferencia a funcionariado municipal
Para recuperar la paz es necesario avanzar de un sistema de cuadrantes o sectores, a redes ciudadanas en cada cuadra, policías de barrio que sean estrategas, y no reactivos, y trabajar interinstitucionalmente para transformar la seguridad ciudadana en seguridad humana, plantearon Franz Vanderschueren y José Jorge Amador Amador, de Ciudades más seguras, del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).
Durante la conferencia impartida en la Sala del Cabildo, ante el presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero y funcionariado del Ayuntamiento, refirieron que los ciudadanos deben saber que la seguridad es una tarea de todos, no sólo de las instituciones.
El doctor en sociología de la Universidad La Sorbonne de París y experto en modelos de seguridad ciudadana y prevención, así como asesor del organismo internacional, Franz Vanderschueren, afirmó que la base sobre la cual se construirá el éxito de cualquier estrategia de seguridad es mejorar la calidad de vida de la población.
Explicó que es la primera prioridad porque, aunque no haya delincuencia o crimen organizado, si no hay calidad de vida no hay seguridad; si no hay buenos servicios, espacios y un adecuado transporte público, no hay seguridad en el corto, mediano o largo plazo.
Dijo que debe fortalecerse el rol que juega la comunidad en los asuntos públicos y en la organización interna de los barrios o colonias: “No debe hacerse sólo diagnóstico, sino tomar en cuenta la parte social, por territorio, haciendo una tipología de barrio”.
Hay que conocer, agregó, “qué pasa con la condición de las mujeres en el barrio, las colonias ricas, donde hay locura de todo tipo, o con los pobres que luchan todos los días para tener algo qué comer. Qué pasa en los espacios e instituciones, cuando la policía arresta y manda al fiscal y éste libera, si el nivel judicial no funciona, si la cárcel es una escuela de posgrado de la delincuencia… Es decir, es un problema complejo, y ¿qué hacemos nosotros para mejorar la seguridad en nuestro entorno?”
El director de Seguridad Ciudadana del municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México (Edomex), José Jorge Amador Amador habló cómo, siguiendo las directrices de ONU-Hábitat han logrado revertir la situación de una ciudad lastimada por la inseguridad, que hoy reporta 7 mil denuncias delictivas al año, cuando antes se tenía 23 mil.
Manifestó que debe apostarse a la proximidad social, ya que la seguridad no es un tema de los gobiernos, porque los ciudadanos no son sujetos inertes, receptores de servicios. Se tiene que colaborar mutuamente.
Dijo que se reorganizó la operación policial para tener presencia en todas partes, a toda hora, por lo cual se territorializó la estrategia, se dividió en sectores, se estableció horarios en los que se trabaja 12 horas continuas y descansan 24, e impulsó que los vecinos conocieran a sus patrullas y tripulantes, para convertirse en observadores ciudadanos.
“Cambiar la imagen que incluso tienen de sí mismos los policías. Antes eran vigilantes, en el nuevo concepto un policía en un cuadrante tiene que ser un estratega, porque tiene el objetivo de transformar la seguridad en su zona de operación. Y había que ir más allá del cuadrante, había que establecer en cada cuadra una organización social para unificar la voluntad de los vecinos”, refirió.
Por ello, se creó estructuras sin poder, redes vecinales: “Donde la red funciona, hay menos inseguridad. Además, no se gasta recursos, no es costoso trabajar esta estrategia efectiva”.
José Jorge Amador refirió que la seguridad tiene que ser integral, “los riesgos del crimen son muchos; incluso los riesgos de la convivencia, porque saber convivir en una cuadra es fundamental, y los policías tienen que aprender a intervenir para conciliar, sembrar armonía entre vecinas y vecinos o familias. La seguridad ciudadana debe transformarse en seguridad humana. Desde la policía se puede lograr grandes cambios sociales”, concluyó.