Ø La planificación económica actual no contempló un estado de emergencia de este nivel, por lo que se requiere de la intervención directa del Estado y la comprensión del sector privado
Ø Estos costos deben asumirse como una inversión a futuro que no escatime en el uso de recursos, lo que ayudará a que la situación regrese a la normalidad con la menor cantidad de pérdidas posibles especialmente para personas que viven al día
Ciudad de México. Con el objetivo de poder contener los efectos reversibles de la economía durante y después de la pandemia de COVID-19 y evitar que la población sobrelleve estos tiempos difíciles, es necesario apoyar a la micro y pequeña industria, por lo que se requiere de una intervención urgente y directa a este sector por parte del Gobierno Federal, consideró la diputada del PRD, Abril Alcalá Padilla.
Por ello la legisladora por el estado de Jalisco presentó un Punto de Acuerdo para exhortar a los titulares de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Bienestar y de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), a colaborar en la elaboración de un diagnóstico que permita destinar los apoyos económicos necesarios a las Micro y Pequeñas Empresas más vulnerables por los efectos de la pandemia.
De la misma forma exhortó al titular de la SHCP, para implementar un plan de estímulos económicos y programas enfocados a las micro, pequeñas y medianas empresas de los sectores más vulnerables que les permita afrontar los efectos durante y después de la crisis sanitaria.
Planteó que una omisión deliberada de estas medidas lo único que pronostica es una catástrofe que podría colapsar el Sistema de Salud, nuestra economía y generar pérdidas irreparables de vidas humanas.
Comentó que la emisión de un millón de créditos – de 25,000 pesos cada uno – planteada por el Gobierno Federal, en partes iguales para el sector formal e informal, es un paliativo que diferirá la deuda por un periodo de tres años a una tasa promedio de 6.5% anual, un pago que de todos modos tendrá que ser pagado en un futuro incierto económicamente.
Lamentó que la planificación económica actual no contempló un estado de emergencia de este nivel, por lo que se requiere de la intervención directa del Estado y la comprensión del sector privado, sin importar si son micro, pequeñas o medianas empresas. “En otros países, los estímulos que se están otorgando no lo hacen a través del crédito, sino por medio de la entrega directa de dinero para sobrellevar el tiempo de cierre, como en Canadá y Australia por citar algunos”.
Por ello consideró necesario que estos costos deben asumirse como una inversión a futuro, donde una aproximación profesional, sustentada y que no escatime en el uso de recursos, ayudará a que la situación regrese a la normalidad con la menor cantidad de pérdidas posibles, especialmente para personas que viven al día.
“La disrupción originada por un cierre masivo de micro y pequeñas empresas sería catastrófico, por lo que implementar cualquier medida para aminorar el impacto en el sector es indispensable para mantener el bienestar del país”, concluyó Alcalá Padilla.