Los retos de Esteban
Salvador Muñoz
Con miras al 2021, Morena tiene dos tareas fundamentales si quiere conservar mayoría en los Congresos local y federal, así como de cierto modo, mantener los municipios ganados o de ser posible, incrementarlos: la unidad del partido y fortalecer la confianza ciudadana que depositaron en ellos en el 2018.
La tarea no es fácil, como tampoco lo ha sido para otros partidos en la renovación de su dirigencia donde materialmente empiezan de cero, como puede ser el PRI con Marlon Ramírez; o el PAN, con Joaquín Guzmán Avilés…. ambos líderes partidistas han vivido o viven el juego de las conveniencias políticas por encima de las partidistas… los ejemplos con personajes y actitudes es de todos conocidos… así que no debe extrañar entonces que la nueva encomienda encargada a Esteban Ramírez Zepeta esté lleno de piedras a la hora de caminar.
Está de más comentar que apenas el pasado fin de semana, el dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, designó a Esteban Coordinador Estatal del partido haciendo equipo con Juan Javier Gómez Cazarín, Enrique Villegas, Marco Antonio Medina Pérez y Maleno Rosales Torres.
Hay quienes ubican a Esteban como amigo de Cuitláhuac García Jiménez, y debe ser, más cuando iniciaron juntos, allá por el 2011, ese sueño por la transformación del país; vamos, hablamos de un recorrido que cualquier moreno de cepa puede interpretar como esfuerzo, lucha, entrega en aras de buscar el cambio verdadero, como así lo citan. Sí, es posible que haya amistad, pero también trabajo político y para que Ramírez Cuéllar lo reconozca por encima de cualquier otro personaje, habla mucho del trabajo político de Esteban.
Se dice mucho de los grupos al interior de Morena, como los Nahlistas, los Huertistas y los Cuitlahuistas… ¡claro que debe ser! Se insiste, muy independiente de la bandera que enarbolen, al final, como cualquier político en cualquier partido, son humanos, con inquietudes, intereses, ambiciones, propias de la actividad política cuyo fin siempre será uno: ejercer el poder… insisto, sea Morena, PAN, PRI, o el que usted quiera citar.
Por esto, se habla de que el primer reto de Esteban será buscar la unidad al interior de Morena, porque no basta ya tener y estar en el poder, sino de unificarlo y enfilar fuerzas en un objetivo: consolidar el trabajo para que la Cuarta Transformación sea tangible, asible en el ciudadano y así, por una inercia natural, se podría hablar entonces del segundo reto de Esteban: fortalecer la confianza ciudadana que depositaron en ellos en el 2018.
Hay quienes destacan en esta tarea de Esteban, la presencia de Juan Javier Gómez Cazarín, diputado local y cabeza de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura. Guste a unos o no su estilo de ser y hacer política, lo cierto es que El Carón ha generado un liderazgo en Morena en diversas latitudes que rebasan el Palacio de Encanto que alcanza a legisladores federales, alcaldes y regidores. Ahora que si me apuran, hasta tiene el apoyo de otras fuerzas partidistas en diferentes rangos. A diferencia de otros, El Carón no se confronta, no se pelea, mucho menos amenaza… ¡no se hace Bolas, pues! trata de hacer política, de entablar diálogo, aun dentro de su partido y de su bancada, porque sabe que al igual que en otros partidos, hay diferencia de criterios, de ideas… y las respeta.
Esteban tendrá en Gómez Cazarín, como en Maleno Rosales, Enrique Villegas y Marco Antonio Medina Pérez, un equipo para hacer un gran equipo con miras al 2021…
Un paréntesis legislativo
En el Congreso local hay un elevador que no sirve desde hace rato. Habría que echarse un clavado para checar qué Legislatura hizo contrato con la compañía que se haría cargo de su mantenimiento y servicio porque resulta que ésta ¡desapareció! como si fuera una empresa fantasma… La LXV Legislatura con mayoría de Morena, con las primeras lluvias, se encontró con tremendas goteras por todos lados… era terrible ver al personal de limpieza secar una y otra vez los charcos que se hacían en algunos puntos del Palacio Legislativo… al final, acabaron colocando cubetas. Hubo que esperar que pasara la temporada de lluvias para impermeabilizar un edificio, que de acuerdo a la empresa que lo hizo, fácilmente tenía 17 años que no se hacía; a lo que sí le dieron mantenimiento en la pasada legislatura, fue a los baños a los que le invirtieron mucha lana… es seguro que falten cosas por hacer en el Palacio Legislativo, cosas que se pudieron hacer con los 28 millones de pesos que se pagaron de deuda arrastrada por anteriores legislaturas, pero de que se van a hacer, se van a hacer…