Pienso, Luego Escribo

NO HAY LUGAR PARA LOS DÉBILES   

Por Akiles Boy*

“No Country for Old Men”, que en Latinoamérica se conoció como “Sin Lugar para los Débiles”, es una cinta norteamericana de 2007, escrita y dirigida por los hermanos Coen, con un guion basado en la novela “No es País para Viejos” de Cormac McCarthy, la cual narra la historia de un individuo que se encuentra una fortuna, de la cual quiere apoderarse, desatándose un intenso drama que encadena las vidas de tres individuos en el desértico oeste de Texas en los años ochentas. El filme protagonizado por Tommy Lee Jones, Javier Bardem y Josh Brolin, fue ganador de cuatro Premios Oscar y dos Globos de Oro.

La película, que la he visto en varias ocasiones, tiene escenas de sorprendente violencia y caos, que mantiene la atención del espectador y lo llevan a estados de miedo y estupefacción, por la crueldad del asesino, un psicópata contratado para recuperar el botín en manos del cazador, convertido en la presa de una sangrienta persecución.

Hace más de una década en que se exhibió la cinta, me resultaba hasta preocupante la exaltación de ese nivel de violencia, a través de la pantalla, mostrar la parte más obscura del ser humano, los más bajos instintos, como los animales cuando se sienten amenazados en su vida o territorio. Eso, hace pensar en la maldad o perversidad del hombre, al crear ambientes inhóspitos, hostiles hacia los de su propia especie. ¿Es natural esa acción o reacción de depredación humana o son el dinero y el poder que lo transforman o trastornan?.

En los tiempos que se viven, parece, se han normalizado la violencia y el caos. Los medios y las redes sociales dan cuenta y hacen recuento de los homicidios, ejecuciones, atentados, protestas y movilizaciones justificadas y para desestabilizar, que a diario suceden en el País, como si fuera información valiosa y de trascendencia social. Pero hay un efecto contrario, se causa preocupación y temor en los ciudadanos que quieren y aspiran a vivir en una comunidad en paz y con estabilidad política y económica. ¿Es demasiado pedir eso?

Se ha convertido nuestro hábitat en tierra hostil. “No hay lugar para los débiles”. Los transgresores actúan con libertad, sin temor a ninguna represalia legal o Divina. A pesar del endurecimiento de las penas en casos de delitos graves, la corrupción y la impunidad que todavía campean, permean los objetivos sancionadores y correctivos de las conductas antisociales. Falta largo trecho que recorrer para recuperar la confianza, la seguridad y la concordia social. Solo falta esperar que la temporada electoral que ya empezó, no sea un factor que atice más a la violencia y el caos imperantes. ¡Dios nos agarre confesados!

Me acorde de la canción “Dust in the wind”, titulada en español “Polvo en el viento”, interpretada por la banda Kansas, originaria de Topeka, Kansas, Estados Unidos, que alcanzaría popularidad en la década de los setentas en el género del rock progresivo y hard rock . Leí un comentario que la califica como una canción existencial. Ustedes tienen la mejor opinión. Les transcribo una estrofa. ”La misma vieja canción, solo una gota de agua en un mar inmenso. Todo lo que hacemos se desmorona, aunque no queramos verlo. Polvo en el viento, todo lo que somos es polvo en el viento”. El mensaje es franco y obliga a la reflexión sobre el valor de nuestra vida y la convivencia vital y en paz con los demás, en este efímero paso por el mundo. Hasta la próxima.   

Marzo 6 de 2021

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

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