Pienso, Luego Escribo

PERSPECTIVA ELECTORAL. HARTAZGO Y DECEPCIÓN

Por Akiles Boy*

Hoy me dio la gana de opinar sobre el escenario actual de la política nacional, de la debilidad de nuestra democracia y sus crónicos padecimientos que la han empobrecido. De la clase política, que no tiene clase, pero si muchos vicios que la han envilecido, corrompido hasta la médula. Ni como defender el estilo mexicano de hacer política, sui géneris, de mala fama internacional y abrumadoramente decepcionante para los mexicanos. Excepcionales los casos que se salvan de la condena popular, gracias a los fieles y apasionados del culto a la personalidad.

Prevalece en la ciudadanía el desencanto, la irritación y la incertidumbre sobre el presente y el futuro de la política y la democracia en este País. El pasado desastroso y aterrador mejor dejarlo en la sombra, pero tampoco estamos conformes con el olvido, porque el daño fue profundo y demoledor. El México agraviado sigue en terapia intensiva, como si fuera un  paciente en fase crítica, víctima  de la pandemia que padecemos.

Decidí hacer a un lado el desaliento que provocan la confrontación y la retórica anquilosada de los nuevos y los reciclados políticos, que andan recorriendo las calles y caminos en busca de aceptación y promesa del voto. Una abigarrada manada de lobos con piel de cordero, tras la ciudadanía, que ven como presas, que caerán cautivadas por los encantadores discursos, con reiteradas propuestas vacías o que parecen obra de la ficción. Ignoran o no les importa que los mexicanos hayan evolucionado, han reaccionado y desaprueban la simulación y la estrategia en política de “cambiar para quedar igual”.

La polarización que sin descanso y sin el menor escrúpulo generan algunos grupos de nuevos o viejos privilegiados, han acentuado más el hartazgo social, de un ambiente político que perturba y ofende a la gente hasta el enfado, la decepción y el enojo. Más que por desinterés o indiferencia, una parte del pueblo desdeña y se ha alejado de la política, porque ya está hasta la madre del show político nacional y local, y su elenco de actores y actrices de reconocida trayectoria, muchos ya consagrados y de gran desprestigio nacional, y algunos, internacional,  por la bondad del internet y las redes sociales.

Seguro que los partidos y alianzas o coaliciones contendientes, apostarán,  como en anteriores ediciones, al engaño, a la compra del voto y si lo permiten las autoridades electorales, a las más socorridas y efectivas prácticas ilícitas para ganar la elección. En México como en otros Países con democracias peculiares, la pobreza se capitaliza en votos y la política es considerada una actividad altamente lucrativa. Prueba de ello, es la tozudez para seguir en el medio y la alegre aprobación de la reelección de los legisladores.

La salud de la vida pública  y la democracia necesitan de la experiencia y perfil de los dirigentes, pero depende del  apego a los valores esenciales de la honestidad, la trasparencia, la rendición de cuentas y el buen ejercicio del poder político que el pueblo confiere con su voto. En México se requiere apurar la madurez o consolidación de una democracia real y fuerte, que sea fiel reflejo de la evolución social y de las formas de pensamiento de los mexicanos de estos tiempos. Es posible dar ese paso de una democracia aldeana a una moderna y más civilizada, acorde con la realidad nacional y justo la que queremos los mexicanos. Hasta la próxima.     

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

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