Pienso, Luego Escribo

Por Akiles Boy *

En nuestra cultura, como en otras, a los jóvenes estudiantes siempre se les ha caracterizado como rebeldes, y por supuesto idealistas. Esa inolvidable y vibrante experiencia en la universidad. Nos dejamos contagiar con ideales y  con ideas de otros, no importa que  provengan del pasado y de ese presente que vivimos intensamente. Queremos apropiarnos del conocimiento, de la información que nos llega, que circula en ese ambiente de jóvenes ávidos de conocer, de experimentar, de ser protagonistas, de querer cambiar al mundo, aunque al final salgamos derrotados y sea el mundo el que nos haya cambiado.

Les platico, queridos lectores, hace unos días atravesaba, en una caminata rápida, el emblemático Parque Juárez de la cultural ciudad de Xalapa, aunque para algunos dejó de serlo. Bajando las escaleras hacía la calle J.J. Herrera, en el lado izquierdo Ustedes podrán ver la entrada a la Pinacoteca Diego Rivera, un espacio para la cultura inaugurado en 1998, que alberga exposiciones temporales de artistas nacionales y extranjeros. Ya no quise dilatar más la visita a la exhibición de una muestra de la obra de Eduardo del Rio, mejor conocido como Rius, uno de los genios de la caricatura política de México y el mundo. Los argentinos tienen a Quino, (Joaquín Salvador Lavado Tejón), los mexicanos tenemos a Rius.

Eduardo Humberto del Río García (1934-2017), caricaturista, historietista y escritor, originario de Zamora, Michoacán, es señalado como el culpable de hacernos leer a las generaciones de los sesenta y setentas de este País. Con un estilo incomparable de atraer lectores a temas áridos y álgidos como la filosofía, la economía, la política y hasta la religión. Autodidacta pero de fino humor y enorme agudeza intelectual, nos convirtió en asiduos  lectores y aprendices de críticos idealistas que se multiplicaban en esa etapa del México de robusta clase media.

Su extraordinaria trayectoria como “monero” la inició en 1955, con publicaciones en la Revista “Ja Ja”. Al poco tiempo ya era colaborador de las principales revistas con temas políticos de México, Proceso, Siempre, y de los periódicos más influyentes de tendencia izquierdista o derechista, El Universal, La Prensa y la Jornada. En el mundo de la historieta nacional, fue el creador de “Los Supermachos” y posteriormente publicó “Los Agachados”, cuando le fueron esquilmados los derechos de autor de su primer éxito. Más adelante sacaría a la luz otras publicaciones de corte humorístico y político como “El Chahuistle.

Como lo definió Elena Poniatowska, a la muerte del admirado caricaturista,  “Rius fue nuestro Piaget, nuestro Freinet de la escuela activa” fue Eduardo del Río, “Sin proponérselo, uno de los grandes educadores de México del siglo XX”. En su amplio legado a la cultura mexicana deja textos icónicos que revelan su ideología de izquierda y cercanía a la doctrina socialista. En 1966 Publica “Cuba para Principiantes”, texto que en 1970 se edita en inglés con el título “Cuba for Beginners”. Algunos de sus más de una centena de libros publicados, se convirtieron en Bests Seller, “Marx para Principiantes”, “500 años Fregados pero Cristianos”,  y “El Cocinero Vegetariano”.

Rius, el de la ácida y humorística crítica al Sistema Político Mexicano, al PRI, a la Iglesia Católica y al Imperialismo Yanqui, nos dejó una vasta obra y una lección ejemplar de irreverencia, de combatividad, de congruencia intelectual, de inconformidad justificada. Su generosidad y vocación didáctica sirvió al País, hasta para el acto de la catarsis social. En una cita de Carlos Monsiváis referida al amigo dice, “Rius hizo lo que no pudo hace la Secretaria de Educación Pública en mucho tiempo, hacer leer a los mexicanos”. Se convirtió en el mejor promotor de la lectura de esos años. Terminó aquí, este corto, espontáneo e ineludible relato que le debo a este mexicano de grandes vuelos, que vivió siempre atado a la tierra y a sus ideas. Hasta la próxima.

Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

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